
Por un lado un puñado de madres y familiares de quienes han perdido la vida en la Cantuta y Barrios Altos, que por fin se ven victoriosos después de tantos años de lucha, y por otro un grupo de fanáticos
fujimoristas que patalean según ellos sin violencia, pero con la firme convicción que darán hasta la vida para defender al
Chino, salen a la escena coyuntural unos con lágrimas de alegría, otros de rabia.
Esta situación no ha nacido por generación espontánea. Y es que los mismos
mandamases fujimoristas ya han empezado -con sotanas y con franela- a alentar a los que ellos llaman
PUEBLO a luchar por que el
ex presidente "tenga un proceso justo".
"Hago un llamado a todos los fujimoristas para que le den el escudo de respeto que se merece el ex mandatario, nosotros vamos a estar atentos para recibirlo como él se merece", dijo Keiko Fujimori, que según labios del propio ex prófugo japonés peruano, sería la próxima candidata a la Presidencia, claro, de no ser posible su postulación.

Su llamado
no ha caído en balde roto, pues hordas de
polos naranjas han
irrumpido en las calles, alterando el orden y haciendo del
monumento "el Ojo que llora" su primera víctima.
"¡Que pena! Contemplar un país polarizado y dividido, en que cada uno saca medias verdades para insultar al prójimo", dijo el Cardenal Juan Luis Cipriani en su homilía dominical este 23 de septiembre.
No se puede hablar de división del pueblo, pero sí de la clase política. Es por ello que
Keiko Fujimori pidió que "su padre sea juzgado en libertad" y "que el Gobierno vea que se haga efectivo".
Con lo último, el proceder de una manera natural se ve bien distante. Por un lado si se juzga "como se debe" a
Fujimori, se convertiría en "revanchismo" y si se trata el asunto con mas "delicadeza", se vería a un Gobierno vendido. Sea como fuere el Gobierno no es quien tiene la sartén por el mango. ¿Será por ello que el tema de la extradición se tomaba con tanta apatía? No hay que ser sabios. Pero según
Juan Sheput, hay que tener cuidado con ello.
Se sabe además que,
Alberto Fujimori viene a responder por siete de los trece cargos imputados en su contra cuando estaba en Chile.
"El vendrá al Perú por siete cuadernillos y para mí es importante resaltar que los cientos de cargos que se lanzaron contra él ya quedaron descartados", dijo Keiko, hablando de "cuadernillos" como si se tratara de una serie de recibos telefónicos.
¿Qué pasará en los próximos días? Ya han salido grandes
capos del
tarot político a responder ello: "crisis política" dicen unos, "Todo seguirá igual" contradicen otros. Lo cierto es el Chino ya está en el
Establecimiento Penitenciario Transitorio Provisional Barbadillo, en un
lugarcito nada despreciable y desde donde es posible que lea esta nota, pues hasta alfombrado ya está su cuarto.